En 1975 profesionales del Comité de Cooperación por la Paz, luego Vicaría de la Solidaridad, buscan nuevas formas de apoyar a las personas que en cárceles y campos de concentración sufren graves atropellos a los DDHH en medio del horror desatado por el Golpe de Estado de 1973. Junto al apoyo legal, social y acompañamiento, este organismo de la Iglesia Católica se encuentra con una nueva necesidad: los encarcelados quieren trabajar con las manos. Paralelamente, las mujeres cuyos familiares están privados de libertad o se desconoce su paradero, crean pequeñas escenas bordadas donde cuentan parte de las angustias que viven. Reunidas en talleres bordan arpilleras, pero también encuentran apoyo y contención.
Desde el dolor, surgen un caudal de artesanías que la Vicaría acoge, para el cual hay que buscar una estrategia que permita a las personas no sólo expresarse, sino también obtener una retribución económica por su trabajo. A través de su Programa de Talleres, el organismo de la Iglesia lleva adelante esta misión hasta 1990, cuando se crea la Fundación Solidaridad para seguir esta labor con artesanas y artesanos que siguen viviendo en situaciones de vulnerabilidad y exclusión hasta 2011, cuando la Fundación cierra definitivamente.
Esta exposición exhibe obras que son parte de la colección de Winnie Lira, quien fue directora de la Fundación Solidaridad y estuvo a cargo de esta producción artesanal durante todo el período, contando la historia con las palabras que ella misma plasmó en el libro Dignidad hecha a Mano. 30 años publicado en 2005.
Como Artesanía UC, presentamos esta muestra desde la admiración que nos produce la iniciativa y las personas que la llevaron adelante con la finalidad de reflexionar en torno al rol de la artesanía durante la dictadura como un discurso de dignificación y denuncia que se ha proyectado en el tiempo.
*Agradecemos a todas y todos quienes colaboraron en esta exposición y a sus familias, especialmente, a Winnie Lira y a las autoras y autores de las obras expuestas. De aquellos cuyos nombres conocemos, como de los que no están identificados.